
Cómo llevaban mucho tiempo discutiendo,el tiempo se dió la vuelta y abrió la puerta del salón para salir y no volver más.
El chico estaba sentado en el sofá,con aires de grandeza; cogió su taza,le dió otro sorbo a su café.
Resopló,se había quemado la lengua.
El tiempo y todas sus consecuencias,sin darse la vuelta para no ver escena tan patetica, dijeron:
El hedonismo es la mejor arma para los cobardes como tú.
Por el ojete nui.
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