Martes, 9 de Diciembre.

¡Vaya pesadilla!

Cuándo me he despertado podía recordar todo el sueño a la perfección.
Me levantaba en medio de la noche y ya no podía dormir,me sentaba en el sofá,mirando la farola que tanto me conoce a estas alturas,y ahí me quedaba.
Pasaba algo curioso entonces,porque me quedaba como en stan-by,entonces las horas pasaban rápido como en los Sims,igual.
Hasta que la primera paloma del día se posaba en la ventana y me daba cuenta de que me tenía que poner a desayunar.
Desayunaba,algo triste,de esos días que estás tristes y punto.

Me metía en mi habitación.
Pero antes de entrar ya estaba vestida,y no sabía muy bien cómo.
Ahora por si fuera poco también estaba confundida.
Decidía ir a la facultad sin bolso,porque hoy sólo quería escuchar a mis profesores y nada más,no creía que me fueran a dar nada bueno que apuntar.
Salía de casa y mi Mp3 no funcionaba.
Así que iba todo el camino escuchando el sonido ambiente.

Que horror.
La gente no hace más que quejarse,y los coches pitan y pitan,los niños lloran porque no quieren entrar en sus colegios y las madres se los terminaban llevando a casa por puro cansancio.
No había en el ambiente ni una mota de silencio.

En la facultad las cosas no mejoraban; por alguna extraña razón no quería subir las escaleras,y me quedaba sentada en el primer escalón.
No me podía levantar de ahí.
Hasta que de repente me levantaba y me iba.
Esta vez cogía un autobús que si ni si quiera era el mío y terminaba en uno de los barrios del extraradio.
Y desde allí,con el sonido ambiente,el sueño,el cansancio,la pena y la confusión me volvía a casa.

Al volver a casa todo estaba como antes.
Y al mirar a la calle todas sus aceras seguían grises.

Ya lo pensaba.

El mundo está sobrevalorado.

Hoy me he levantado y he recordado este sueño.
Espero no hacerlo nunca más,me gustaría guardarme un mejor recuerdo de la vida.

...me da miedo la inmensidad,dónde nadie oye mi voz.