Vivimos a la altura de nuestros ojos,entre los átomos y las estrellas

miércoles, 6 de enero de 2010

De porqué el tiempo pasa deprisa


...y las cosas despacio.
No puedo hacer nada cuándo el gigante en el que todo "ésto" se ha convertido avanza inerxorable por la jungla de mi ser,por la lianas que yo misma cree a base de superación y optmismo.
Hoy me han anunciado que en poco tiempo el lugar dónde me crié dejará de ser nuestro,mío,suyo.
Así he entendido lo que es que te arranquen verdaderamente algo de dentro,lo que todos llamamos recuerdos.
Quería quedarme con esa casa,quería tenerla para poder reunirnos todos dentro de muchos años y recordar juntos aquella vez que el uno se calló del árbol en el patio,o de aquella noche que llovió tanto y el agua bajaba por la cuesta como si de un río se tratase. Pero era una tormenta de verano y pudimos salir a mojarnos.
Y eso no podrá ser.
Ahora lo recordaremos en otros sitios que no serán esa casa,mi guarida,mi salvación tantos días.Mi destrucción tantos otros.
Ya casi la he perdido,su pequeño pasillo,su chimenea; el olor de sus paredes,mi cama.
Mi vida.
El primer recuerdo que tengo,es de allí.
Me acuerdo como recibí mi BH morada y me caí una y otra vez,y mi padre venía y me levantaba.
Me acuerdo cuándo iba de un lado para otro sin rumbo,y encontraba algo misterioso detrás de un árbol,y movilizaba a todo el mundo para que lo viniera a ver.
Y ha llegado la hora de decirle adiós.
Y no sé cómo.

¿Y ahora dónde iré yo,cuándo tenga que huir de toda esta mierda?

Bueno,a veces hay que olvidar la felicidad pasada,para ver si así llega la presente.

Pase lo que pase,hasta siempre.

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